El Ayuntamiento completará la actuación del Museo del Vidrio con la mejora de espacios patrimoniales y naturales, como el Castillo, la Sierra de Castril y el entorno del río
Castril |
Y es que la tradición vidriera en Castril -procedente de los árabes- se mantuvo hasta finales del siglo XIX gracias al empeño de los artesanos de la villa.
El vidrio de Castril se caracterizaba por sus imperfecciones y burbujas de aire y lunas debidas al uso excesivo de potasio, así como su intenso coloreado.
Como centro vidriero, esta industria dio fama a Castril lejos de sus fronteras, aunque enclaves como Puebla de Don Fadrique y María -municipio almeriense limítrofe con Orce- también se consideraron ya en el siglo XVI importantes centros vidrieros.
De hecho, la producción de la manufactura de Castril de la Peña despunta en esa misma centuria.No obstante, cuentan que Hernando de Zafra fue quien impulsó, a partir de 1492, la producción de vidrio, levantando un edificio para su fabricación en la calle "Del Vidrio".
Asimismo, en 1620, el duque de Alba aprovecha la inmensa riqueza forestal de las sierras de Huéscar e instala una vidriera a imitación del famoso horno vidriero de Castril, con lo que los frondosos bosques del llamado Pinar del Duque pasan a conocerse, como "Pinar de la Vidriera", donde aún se mantienen restos del antiguo horno de la industria vidriera y el caserón señorial.
Por cierto, unas instalaciones recuperadas para uso turístico por la Junta de Andalucía aunque todavía permanecen cerradas al público.
El Museo del Vidrio pretende ser punto de partida de un recorrido en el que el visitante pueda conocer la villa a través de su historia vidriera. Así, el museo vinculará el centro histórico -donde se propone la ubicación de las casas-taller- con el paisaje natural que ofrece no sólo la Peña de Castril, sino también con el mismo río.
El peculiar coloreado del vidrio castrileño se podrá contemplar también, con más intensidad si cabe, bajo las aguas del río, siguiendo la idea de ubicar en la antigua central hidroeléctrica excavada en la montaña. Es otra de las propuestas del proyecto diseñado por Domingo Santos, que finalizaría en el río Castril su recorrido por la memoria de una tradición.
Para llevar a cabo este y otros interesantes proyectos para el municipio, el Ayuntamiento de Castril está concentrando todos los recursos públicos en la restauración y acondicionamiento integral del municipio, no sólo de su casco antiguo sino de sus espacios naturales y patrimoniales.
De esta manera, los fondos procedentes de la Diputación, las Consejerías de Obras Públicas y Cultura o la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que suman más de tres millones de euros, se invertirán en estos ambiciosos planes.
Entre las intervenciones más importantes, se encuentran, además de la apertura del Museo del Vidrio, finalizar los trabajos arqueológicos en el Castillo de la Peña o el Museo de Arte Religioso de Castril, en colaboración con el Obispado de Guadix-Baza y, todo ello, con la financiación de la Consejería de Cultura y el Plan de Desarrollo Turístico de la comarca de Huéscar.
Como remate de todo ello, el Ayuntamiento se afanará en señalizar turísticamente todo el conjunto histórico y destinará parte importante de estos fondos a arreglar la entrada al Parque Natural y habilitar áreas recreativa en la ribera del río Castril.