26/1/06

«Basti nos enseña que los pueblos pueden convivir en paz»

El profesor de arqueología por la Universidad de Granada Andrés Adroher nos habla apasionadamente en esta entrevista de los yacimientos de la antigua ciudad iberorromana de Basti en los que ha venido trabajando como co-director del Proyecto Cerro Cepero

El descubrimiento de la Dama de Baza en Cerro Santuario convirtió al yacimiento de la antigua ciudad iberorromana de Basti en uno de los más importantes en cuanto a investigación arqueológica. Sin embargo, en Basti hay también interesantes evidencias de una progresiva romanización de la ciudad. El profesor de Arqueología en la Universidad de Granada, Andrés Adroher -co-director del proyecto Cerro Cepero- nos habla de este crucial tránsito de una sociedad a otra a partir de las excavaciones realizadas en el yacimiento iberorromano.

¿Cómo reaccionó Basti ante la conquista romana?¿Hubo aceptación o fue traumática?
Es un proceso relativamente complejo. La romanización siempre se ha concebido como un proceso muy homogéneo que se desarrolla prácticamente en todo el Imperio Romano. Sin embargo, las excavaciones arqueológicas nos están demostrando que se trata de algo mucho más atomizado: cada región reacciona a la romanización de forma distinta. Algunos grupos se prestan rápidamente a ella, como es el caso de los habitantes de Basti, y otros cuyas ciudades fueron totalmente arrasadas con la conquista romana, tal es así que ni siquiera tenemos el nombre de esas antiguas ciudades. Tútugi en Galera, Acci en Guadix o Basti tuvieron un proceso más suave a diferencia de otros enclaves, como ocurre en Puebla de Don Fadrique.

”La romanización de Basti, lejos de ser traumática, fue muy suave y permitió la continuidad de las tradiciones ibéricas, incluso la religiosa”

¿Cómo se observa este cambio en la ciudad de Basti?
La romanización conlleva un cambio en la visualización urbanística de la ciudad pero sin destruirla. De hecho, en Basti la mayor parte de los barrios ibéricos mantienen su modelo de calles y casas, pero la parte central sí que se remodela profundamente. Lo que hace romana a una ciudad es su foro, que en Basti ocupa toda la parte central del yacimiento y se articula como un espacio encabezado por un templo dedicado a la divinidad protectora de la ciudad, los edificios administrativos y la basílica, que tenía una función judicial.

Baza se convirtió en el centro distribuidor de vino y productos de lujo a todo el sureste peninsular

¿Qué pistas sobre la integración en el estado romano de Basti ha dado la arqueología?
Es curioso observar un fenómeno por el que la propia ciudad de Basti se integra muy rápidamente en las redes comerciales del imperio romano. La función de la ciudad será redistribuir el vino y los productos de lujo desde Villaricos hacia todo el sureste de la península. La arqueología ha sido el principal apoyo de este tesis a través de los materiales hallados en Basti: tenemos ánforas de Nápoles del siglo II a.C., dedicadas a la importación de vino, y la mayor parte de la serie de vajilla cerámica de uso doméstico, como la cerámica de barniz negro.

¿Alguno de estos hallazgos revela un cambio importante de costumbres entre los habitantes de la ciudada?
Efectivamente, observamos un cambio muy curioso que denota que la sociedad está evolucionando. Se trata de las costumbres culinarias. Los ibéricos desconocían la sartén, una pieza inventada por los romanos. Pero en Basti hemos hallado una fuente grande, con un barniz en su interior -denominado “barniz rojo pompeyano”- que evita que la fritura no se pegue al fondo. Este material llega de Roma pero es curioso como el propio alfarero ibérico empieza a imitar esas formas y fabrica formas grandes pensadas para freír. Es, sin duda, un concepto nuevo para el mundo ibérico, y significa que se amoldan a nuevos usos culinarios procedentes del Imperio.

¿Qué tradiciones se mantienen o se pierden definitivamente y cúales son fruto de la interrelación entre ambas civilizaciones?
El proceso de romanización en Basti es lento, a modo de ósmosis entre ambas culturas. Dura aproximadamente tres siglos y culmina cuando definitivamente el mundo ibérico deja de dar señales que se puedan documentar arqueológicamente. En la época de Nerón ya no quedan restos materiales de la tradición ibérica. Aún así, los romanos se encuentran con una sociedad mediterránea. Por tanto, el comportamiento social o la urbanística son muy similares y que apenas varían en el tránsito de la sociedad ibérica a la romana.

¿Qué función cumple la religión en la sociedad ibérica y en el tránsito a la romana?
En un aspecto que estamos trabajando actualmente. La religión ibérica en Basti es uno de los elementos más particulares respecto a otras religiones. De un tiempo a esta parte estamos comenzando a localizar en Cerro Largo elementos que nos hablan de un modelo de religión mucho más popular y que, como novedad, se desarrolla fuera de la ciudad: la relación entre la divinidad y el creyente está muy enraizada en la naturaleza. El sacrificio consiste en una libación con vino en pequeños cuencos que alzan a la divinidad, lo beben y lo rompen a sus pies. Es un modelo tan indígena que normalmente los vasos nunca son sustituidos por cerámicas de importación, pero todo nos lleva a pensar que este modelo religioso perdura en época romana.

Por último, ¿Qué nos enseña la sociedad iberorromana de Basti?
Se pueden aprender muchas cosas, pero lo más importante es que la historia nos enseña que no hay una sola realidad, sino muchas formas de ver las cosas. Y por supuesto, Basti nos enseña que los pueblos pueden convivir en paz y que la convivencia es necesaria.