Castilléjar trabaja desde hace un año en el proyecto de Ecomuseo para el municipio. Un equipo interdisciplinar integrado por biólogos, geólogos y arqueólogos estudia la idea de exponer en este centro una interpretación del paisaje. Se pretende que el visitante pueda conocer la evolución del mismo desde que la zona fuera una laguna endorreica y en un momento dado rompió en dirección a la cuenca del Guadalquivir. El centro pretende explicar qué manera se fue configurando este paisaje actual.
La temática central tendrá como hilo conductor el yeso, un mineral que aquí cristaliza en láminas brillantes –conocidas en la zona como espejuelos-, explicando además el funcionamiento de los rudimentarios hornos en los que se cocía el espejuelo, donde pasaba de tener un aspecto cristalino y brillante a tener un aspecto nacarado y blanco, además de explicar cómo se molía y el tipo de herramienta que se utilizaba–con un tipo de maza de madera de encina, así como el posterior cribado de donde se obtenía el polvo de yeso.
El proyecto es mucho más ambicioso y pretende concentrar en este mismo espacio toda la oferta turística que el municipio ofrece al visitante, que pueda encontrar puntual información sobre dónde dirigirse, dónde alojarse o comer, tanto en el municipio como en toda la comarca.
Un antiguo caserón señorial de principios del siglo pasado –comprado por el ayuntamiento a sus antiguos propietarios-, que consta de tres plantas, será la sede que albergue el Ecomuseo, una vez finalice el proceso restaurador y se acondicione museísticamente. En un plazo breve y con la ayuda financiera de la administración, el alcalde afirma que este proyecto pretende “vertebrar y potenciar la oferta turística y de ocio del municipio”.
El proyecto se conectará también con una red de senderos para vehículos no motores y contempla una visita a los rudimentarios hornos en los que se cocía este mineral tan abundante en la zona.
