El caudal de las aguas termales se ha reducido en los últimos años de los
casi 400 litros por segundo a más de la mitad
La Comunidad de Regantes achaca esta situación a la proliferación de
pozos ilegales en Puebla de don Fadrique y se plantea reclamar ante la
Confederación por el “caso omiso” que hace ante sus quejas
Lidia M. Ucher. Huéscar. Los pozos de agua de donde se extrae agua sin autorización legal para regar los nuevos cultivos en el término municipal de Puebla de Don Fadrique están causando un serio daño al manantial de aguas termales de Fuencaliente, situado a dos kilómetros de Huéscar. La merma del caudal es evidente desde este mismo verano, en el que los miles de visitantes que acuden a los baños públicos han comprobado que la emanación de agua termal ha disminuido y la piscina natural está casi a la mitad de su capacidad.
El manantial de agua termal es propiedad de la Comunidad de Regantes de Fuencaliente, que ha denunciado en varias ocasiones ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir los agravios que está ocasionando en Huéscar la proliferación de pozos ilegales y el trasvase de aguas para regadío en el municipio vecino. Ante esta situación, la Comunidad de Regantes se plantea presentar un contencioso ante la administración “por el caso omiso que la Confederación ha hecho hasta ahora a nuestras continuas reclamaciones”.
Uno de los miembros de esta comunidad, Ángel García Giralte, confirmó ayer que esta situación se remonta años atrás, cuando comenzaron a enviar a la Confederación escritos de protesta ante la evidente merma del caudal de Fuencaliente, “un manantial histórico que emanaba casi 400 litros por segundo y que ahora apenas alcanza los 150 litros por segundo, según el último sondeo de la propia Confederación”.
García Giralte asegura que la entidad hidrográfica se ha visto obligada a trasvasar desde el Pantano de San Clemente la diferencia de caudal entre el propio de Fuencaliente y el que actualmente tiene. “Lo tiene que hacer gratuitamente porque son conscientes de que los pozos no autorizados han afectado al acuífero”, afirmó.
Los regantes de Fuencaliente denuncia que aunque la mayoría de pozos excavados en Puebla de don Fadrique “no tiene concesión de agua”, se ha permitido su explotación por parte de Confederación “y saben que están en uso desde hace tiempo”.
No obstante, Ángel García Giralte reconoce que actualmente “parece que hay más control y están actuando ante el riego sin autorización”, aunque asegura que de las 800 hectáreas que están autorizadas en Puebla de Don Fadrique para nuevos regadíos, “están en uso más de 2.500 hectáreas”.
La merma del acuífero preocupa tanto a los agricultores de la zona como al Ayuntamiento de Huéscar, propietario de todo el complejo que rodea al manantial, que está situado en la vega más rica de agua de Huéscar. “Se trata de un daño no sólo económico, sino medioambiental, porque hablamos de un nacimiento natural de agua termal que si llega a secarse sería todo un expolio y un gran daño ecológico”, afirma Ángel García Giralte en nombre de las comunidades de regantes de la zona. Miles de oscenses y turistas visitan durante todo el año, sobre todo en los meses de verano, las instalaciones de Fuencaliente, donde se encuentra la única zona de baño público de Huéscar a la espera de que se termine la obra de la piscina municipal.
El acuífero termal está situado en un paraje que destaca por su singular belleza y que se encuentra a 2 kilómetros de Huéscar en dirección a Valencia. Los Baños Públicos de Fuencaliente se ubican en un complejo recreativo y deportivo de más de 20.000 m². en torno a una fuente termal de casi 400 litros por segundo a 18º de temperatura constante y con 6.000 m². de alamedas y césped, así como instalaciones deportivas y servicio de restaurante, además de amplias terrazas y aparcamientos.
