13/4/06

Pasión viviente en Cuevas del Campo

El más joven municipio de la comarca de Baza, Cuevas del Campo, nos
invita a emocionarnos en la única Semana Santa Viviente de Granada.

ESCALOFRÍOS, EMOCIÓN e incluso lágrimas. Son los sentimientos que afloran entre los espectadores de la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo. Y es que con una puesta en escena tan verosímil no es para menos. Después de muchos ensayos, todo el pueblo interioriza perfectamente la Pasión de Cristo y lo representa como si estuvieran viviendo en el mismo Jerusalén de hace dos mil años. Nada debe fallar y, de hecho, nada falla durante las dos horas en las que Cuevas del Campo representa la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Dan las cinco de la tarde en el Templo parroquial. Cientos de nazarenos se aproximan al lugar: hombres, mujeres y niños perfectamente ataviados con los ropajes de la época -muchos de ellos portan cestos con viandas-. Esperan la llegada de Jesús, que va a ser juzgado. Son decenas de miles de curiosos los que en el gran día de la representación se agolpan en las aceras para ver el desfile.

El silencio sepulcral sólo lo interrumpen los tambores que portan dos hileras de niños vestidos con túnicas rojas. Un sonido acorde y rotundo acompaña a Jesús y su escolta romana en su Calvario.

De fondo, una música ambienta la escena como si de una película de cine se tratara. La cuidada organización hace que ningún detalle se escape. El director observa atento cada escena. La representación roza la perfección gracias a la asombrosa actuación de cada uno de los más de 600 participantes, entre protagonistas y figurantes.

Es Viernes Santoy todos podemos ser partícipes de la única Semana Santa Viviente de toda la provincia de Granada. El encogimiento y la conmoción están asegurados. Los actores también viven muy intensamente la representación. María Dolores García interpretó en 2005 a la Virgen María. Asegura que la concentración es imprescindible “para no dejarte embargar por la emoción que la multitud transmite”.

El autor de la adaptación, Antonio Víctor Martínez relata que “incluso ha habido gente que ha llorado o que grita durante las escenas más duras de la Pasión”.

Las más recomendadas, sin duda, son la subida al Gólgota, que tiene como escenario la Cañada de San Isidro, y la Crucifixión en un bello escenario natural denominado la Cueva del Parejo. Una escena tan real que no deja a nadie indiferente.