31/8/05

“Nos casamos para tener los mismos derechos que todos"

Manuel y José María protagonizarán el próximo 24 de septiembre la primera boda de una pareja homosexual celebrada en Granada
La pareja contraerá matrimonio en el Convento Santo Domingo de Baza en la primera ceremonia civil que acoge esta antigua iglesia

Encontramos a Manolo y José María a las puertas de su casa de Zújar, recién llegados de una intensa mañana en Baza “preparando Santo Domingo para la boda”. Ya nos lo contaban minutos antes sus propios vecinos: “no tardarán, pero es que han ido a Baza, como se casan...”. Con esa naturalidad vive el entorno de esta entrañable pareja los preparativos del que será, el 24 de septiembre, el primer matrimonio homosexual de la partida judicial de Baza y de la provincia granadina.

La pareja insiste en que la decisión de casarse, “después de 18 años juntos”, tiene mucho de reivindicativa. De hecho, los adornos florales de la iglesia serán claveles rojos “en homenaje a los amigos que nos han apoyado desde el Ayuntamiento de Baza y, por supuesto, al Partido Socialista por permitir el matrimonio de parejas del mismo sexo”. Incluso en la ceremonia civil se leerá a Federico García Lorca para “no olvidar a aquellos que, como Lorca, fueron asesinados sólo por su condición sexual”.

Sus palabras transmiten un fuerte sentimiento de lucha por sus derechos, aunque también reconocen sus deseos de casarse “por demostrar un compromiso del uno hacia el otro y que a ninguno de los dos le falte nada el día de mañana”. Manuel y José María se definen como luchadores, incluso éste último afirma estar “ronco de tanto gritar contra las injusticias: la pobreza, la marginación de la mujer...”, enumera mientras se lleva la mano al cuello para dejar constancia del dolor físico que acompaña a sus quejas.

Y es que la pareja cumple este año once años de convivencia en tierras zujareñas desde que volvieron de Barcelona, donde emigraron procedentes de Zújar y Cádiz, lugares natales de Manolo y José María, que aunque revelan una edad de 69 y 59 años respectivamente, muestran una envidiable apariencia física y una estupenda salud, “sobre todo desde que dejamos de fumar, los dos a la vez, hace ya tres años el día de Reyes”, cuenta José María.

Manolo, el más serio y callado de los dos, asegura que nunca ha sentido ningún tipo de discriminación por su orientación sexual. “Siempre me he mostrado a los demás como soy, eso de salir del armario es una tontería”. José María, más elocuente y expresivo, responde con humor que “en mi casa, sin mucho que guardar en el armario, cabía de sobra pero tampoco quise entrar ni salir nunca”. Los dos aseguran que son muy diferentes, “aunque siempre uno de los dos es el que cede y pide perdón”, dice José María, que reconoce ser el “más gritón y peleón”.

Se consideran personas de izquierdas y creyentes, aunque no dejan a la Iglesia Católica en muy buen lugar. “El dinero que la iglesia destinó para fletar autobuses a la manifestación del Foro de la Familia podría haberlo destinado el obispo a ayudar a las mujeres que sufren violencia de género o a los niños que padecen hambre, no a una manifestación contra los homosexuales, que no hemos hecho nada”, asegura José María. Manolo, mucho más cauteloso, prefiere abogar por el respeto y agradecer a su familia y a sus amigos “el cariño y el apoyo que siempre nos han dado, tanto en Barcelona como a nuestra vuelta a este pueblo, donde el trato con todos es muy bueno”. Aunque dicen haber “roto un plato” a su llegada a Zújar, “en cuanto los vecinos te conocen, te tratan con toda la naturalidad del mundo”, afirman.

A la ceremonia civil asistirán unos cuarenta invitados y será oficiada por el concejal de Economía y cuarto teniente de alcalde de Baza, Carlos Fernández, quien se siente “enormemente satisfecho de ser partícipe de este logro histórico de que tanto parejas heterosexuales como homosexuales tengan igualdad de oportunidades”. Carlos Fernández, amigo de la pareja, asegura que le han transmitido “su ilusión” y que como persona progresistas, “este paso significa un gran avance en los derechos de todos”.

En cuanto a la “despedida de soltero”, aseguran entre risas que si no la hacen, “con ‘boy’ incluido que no nos disgustaría nada”, es porque, como dicen ellos, “no tenemos dinero para mucha fiesta”. Pero no les importa porque los dos huyen de todo folclorismo. “Desde luego, no será la boda de la Leticia, principalmente, porque seguro que en la nuestra no lloverá”, bromea José María. “Por lo demás, no habrá mucha diferencia”. Y es que la pareja afirma convencida que una boda “es un paso muy importante y nos lo tomamos muy en serio, creemos que es una ceremonia en la que se muestra, sobre todo, respeto, amor y compromiso hacia la otra persona”.

Para empezar, lo primero que cambiará el matrimonio sus vidas será el modo en que los dos se refieren a su pareja: pasarán de un simple “mi amigo” -como se llaman actualmente- a “mi esposo”. “Esperamos que, dentro de cinco años, una boda como la nuestra no sea noticia, aunque somos conscientes de que el morbo de ver casarse a dos homosexuales durará un tiempo”.