Cuatro jóvenes expedicionarios, dos granadinos -uno bastetano- y un malagueño, realizan la primera ruta cicloturista por el círculo polar ártico
La aventura vivida por Manuel, Nacho, Raúl y Alberto este verano no cabe en el álbum de fotos con el que nos recibe Manuel Mateos en Baza, su tierra natal a la que llegó hace pocos días procedente del Círculo Polar Ártico. Montados en sus bicicletas, una expedición llevó a estos cuatro amigos -tres granadinos y un malagueño- hasta el punto situado más al norte del globo terráqueo. Un mes de ruta cicloturista por parques nacionales y fiordos finlandeses a la que sólo ellos se han atrevido.
Baza |
Las noches de sol fue lo más fascinante de esta aventura, y lo que sin duda ha diferenciado este viaje de los muchos otras que ha emprendido este grupo de expedicionarios. “Nos guiábamos por el hambre y el sueño, porque a los pocos días, la ausencia de oscuridad te hace perder por completo la noción del tiempo”, comentan. De hecho, Manuel dice que no cambió la hora de su reloj al llegar a Helsinki. “No sirve de nada”, asegura.
el escalador bastetano manuel mateos cambia la montaña por el oceáno glaciar
A pesar del asombro con el que vivieron las noches de sol, les fue menos difícil aclimatarse a la claridad permanente que a la monotonía paisajística del Ártico. Acostumbrados a los cambios bruscos del paisaje en nuestras tierras, “donde puedes encontrar costa, desierto y bosque tan sólo en el trayecto de Málaga a Almería”, les resultaba casi agobiante no ver más que “coníferas y lagos durante cientos de kilómetros”, afirma Manuel. Las pistas que recorrieron entre altos y frondosos pinos les parecían más bien “laberintos en los que no veías horizonte ninguno”.
la expedición vive las noches de sol del círculo polar después de recorrer mil kilómetros en bicicleta
El cambio climático también ha llegado al ártico, pues la temperatura rondaba los 21 grados durante el día y apenas llovió dos días en todo un mes, “algo que desde luego no es normal en esas latitudes”, comenta Manuel.El grupo incluso atravesó el túnel de 7 kilómetros que une -bajo el océano glaciar ártico- el continente con el NordKapp o Cabo Norte -que se sitúa en una isla-. “Este año queríamos hacer algo distinto a la escalada, por eso nos gustó la idea de recorrer el círculo polar en bicicleta”.
Además, Manuel Mateos asegura que no resulta nada caro si se organiza bien. “No nos hemos gastado más de 700 euros cada uno incluyendo el avión desde Málaga a Helsinki”.
Agua bendita para colmar la sed en Finlandia
Los cuatro jóvenes expedicionarios siguen cada año un ritual : cada uno planea una aventura de la que tiene que convencer al resto del grupo. “Cada uno habla y el que convence, gana”. Así planearon su ruta cicloturista al Ártico, que ganó a otras propuestas como el descenso del Danubio o Islandia. Manuel, un experto escalador de 28 años, cuenta que a pesar de lo caro que resulta hacer turismo por Finlandia, “si lo haces en bicicleta la entrada a muchos lugares es gratuita”.
Eso sí, cuenta que lo peor fue tener que recurrir al “agua bendita” de los cementerios para repostar sus botellas. Y es que pese a la abundancia de lagos en toda Finlandia, “no encontramos ni un sólo caño en el camino para poder llenar nuestras botellas de agua”. Menos mal que la previsión de estos aventureros fue tal que portaron desde España pastillas potabilizadoras para poder beber el agua recogida de los ríos lapones.