La transformación de las antiguas “vivienda de los pobres” en alojamiento turístico de lujo atrae a cientos de turistas a la barriada de las Cuevas de Galera
El aspecto lunar de los cerros no dejan de asombrar al visitante de este “oasis del altiplanicie” con el que se ha llamado a Galera. Situado en el valle de dos ríos que fue morada de antiguas civilizaciones, las peculiares características de estas tierras fueron inteligentemente aprovechadas por nuestros antepasados para excavar sus casas en ellas.
Seguramente no imaginarían los antiguos habitantes de las cuevas de Galera su vertiginosa transformación en viviendas de lujo. Aunque las comodidades de las primeras cuevas eran mínimas -en Galera no hubo suministro de agua potable hasta hace poco más de una década-, a las de ahora no les falta absolutamente de nada: sauna finlandesa, hidromasaje o piscina climatizada entre los muchos servicios que ofrecen las de Galera.una barriada marginal es ahora lugar de lujo gracias a la rehabilitación de las cuevas
Afortunadamente, el hábitat troglodítico se ha recuperado en la actualidad bajo la denominación de “casa-cueva”, surgida de la mano de emprendedores de Galera que han dado a conocer mundialmente la belleza plástica de esta peculiar arquitectura subterránea, galardonadas con el Premio Andalucía de Turismo en 1996. Este complejo cuenta con 24 cuevas.
hasta hace 10 años no había ni agua ni luz en las viviendas de las cuevas
Estas nuevas casas-cueva conservan su impermeabilidad y algunas de ellas, como el Molino de Morillas, se ha rehabilitado a partir de un antiguo molino de harina de Galera, transformado en seis apartamentos de primera clase.
EL TURISMO FRANCÉS e inglés es el que predomina en Galera, aunque también son muchos los nacidos en este pueblo que han vuelto a sus antiguas cuevas y, después de una reforma prácticamente integral para adaptarla a los tiempos, han logrado devolver a la vida esta barriada.
Todavía hoy son muchas las viviendas que se encuentran en obras para ser rehabitadas, así como muchas en venta esperando que nuevos emigrantes o turistas acaben de repoblar esta barriada de Galera, visitada a diario por cientos de admiradores atraídos por estas oquedades que se mimetizan a la perfección con el relieve del altiplano.