29/11/13

de #rtvvnoestanca a #rtvvexecutada: crónica de un apagón democrático



Radio Televisión Valenciana, ente público nacido en 1989 en el País Valenciano, se va a negro. Cierra. El anuncio del Gobierno valenciano, en la tarde del 5 de noviembre, caía como un jarro de agua fría entre los trabajadores de la televisión y radio públicas, que esa misma mañana celebraban una sentencia que declaraba nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que el ente público despedía a 1.000 empleados.


Pero pronto la conmoción se transformó en indignación de un gran parte de la sociedad valenciana, ante la que los trabajadores reaccionaron con una defensa firme de la televisión pública: Nace el lema “RTVV no es tanca” (RTVV no se cierra) y se extiende rápidamente en las redes con el hashtag #RTVVnoestanca

Como “traca final”, la sociedad valenciana sale a la calle en defensa de “una Radio Televisió Valenciana pública, en valencià i de qualitat”. Con un lema: RTVV no es tanca. És la teua. Pero también se escuchan gritos de “Fabra, dimissió!”


La manifestación, multitudinaria, festiva y reivindicativa, se celebra el sábado 9 de noviembre tras cuatro jornadas en las que los valencianos y valencianas salen a “mascletà” diaria: un ERE nulo, el anuncio de cierre de RTVV, la dimisión del equipo directivo de RTVV por "falta de confianza en el Consell" tras "haber faltado a la verdad", la rebelión de los trabajadores de la cadena, que logra triplicar la audiencia con una programación independiente y sin censura, y como mecha que prende veloz en las redes sociales, el anuncio final de que el Gobierno de Fabra dará el apagón a la tele pública a golpe de decreto ley de urgencia, “para controlar RTVV” y no prolongar la agonía de una televisión que por momentos deja a Fabra y al Consell cual conde desnudo.


Ésta es la secuencia de los hechos.


1. Causas de un cierre


En definitiva, lo que nos quitan es la democracia”. Es una de las primeras y contundentes reacciones ciudadanas recogidas a pie de calle por el informativo “La 2 Noticias” de la televisión pública española a las pocas horas de saltar la noticia el 5 de noviembre:


Radio Televisió Valenciana cerraba. La misma presentadora del informativo, Mara Torres, lo avanzaba en su cuenta de Twitter:





Las redes sociales se hacían eco rápidamente del anuncio del Consell, sin que apenas dieran crédito a las primeras informaciones los propios trabajadores del ente, desde sus cuentas en Twitter, desde donde también recibían casi al mismo tiempo el apoyo de colegas de medios públicos, como el programa “Países en Conflicto” de la emisora pública estatal Radio Nacional de España.







El anuncio del Consell valenciano caía como un jarro de agua fría entre los trabajadores, que esa misma mañana celebraban a las puertas del edificio de Canal 9 Televisió, en Burjassot (València), la sentencia que declaraba nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que el ente público despedía a 1.000 empleados, un ERE que según el Tribunal Superior de Justícia de la Comunitat Valenciana, vulneraba el principio de igualdad previsto en el artículo 14 de la Constitución Española por seguir unos criterios “ambiguos, subjetivos y genéricos” y reconocía el derecho a la readmisión de los trabajadores despedidos.


2. Impacto en medios y en redes sociales


Pero pronto la conmoción se transformó en indignación de un gran parte de la sociedad valenciana, ante la que los trabajadores reaccionaron con una defensa firme de la televisión pública: Nace el lema “RTVV no es tanca” (RTVV no se cierra) y se extiende rápidamente en las redes con el hashtag #RTVVnoestanca


En pocas horas, el hashtag que por primera vez utiliza Vicent Marco, #RTVVnoestanca se convierte en Tendencia en España:



Canal Nou anuncia la noticia haciéndose eco del comunicado del Consell y de los teletipos de agencia, y el “Notícies 9” de esa misma noche abre con parte de la plantilla de trabajadores delante de las cámaras, apoyando el comunicado que sus compañeros leían sobre el cierre de Canal 9:



El tono del comunicado es duro y responsabiliza directamente al gobierno del Consell de lo que tildan de “mala gestión política y económica que ha hundido este medio”:


'Ni els valencians ni els treballadors no són responsables de la mala gestió política i econòmica que ha afonat aquest mitjà. Considerem una vilesa i un acte de covardia la decisió del tancament com a única solució dels problemes econòmics de l'empresa, problemes que tenen un origen polític i que exigeixen responsabilitats polítiques.


El discurso del presidente de la Generalitat Valenciana, Albert Fabra, acaba por indignar no sólo a la plantilla de televisión y radio públicas, sino a buena parte de la ciudadanía valenciana. Y es que en su comparecencia ante las cámaras justifica el cierre de la televisión pública “para mantener los servicios básicos a los ciudadanos: educación, sanidad y políticas sociales”:




“Fabra no asume responsabilidades”
En un informativo calificado de “histórico”, la plantilla de Canal Nou decide dedicar una programación especial al cierre de la cadena pública, con una línea editorial claramente reivindicativa que les hace abrir con un titular nunca imaginado en la televisión valenciana: “Fabra no asumeix responsabilitats”:




La decisión de los profesionales de la casa de reivindicar una “televisión pública, en valenciano y de calidad” hasta las últimas consecuencias supone un varapalo para el Gobierno valenciano, que recibe impávido las protestas ante el cierre de RTVV de la misma Radio Televisión Española y todas las televisiones públicas autonómicas -exceptuando el caso de TeleMadrid- así como las reacciones de periodistas, sindicatos, universidades y los grupos políticos de la oposición en las Corts Valencianes.


De todo ello se hace eco la propia Canal Nou y el resto de medios de comunicación valencianos, como la Cartelera Turia, que también en redes sociales hablan claro de la trama política que envuelve la gestión del ente comentan así los rifirrafes entre parlamentarios:










La emisión de Canal 9 se convierte en un hervor: promos reivindicativas, periodistas del ente que salen a la calle cámara en mano recabando apoyo de los ciudadanos, directos desde puntos calientes cubriendo protestas de estudiantes, parlamentarios, profesorado, sindicalistas contra el cierre de la tele y acalorados debates en torno a sus causas políticas y las consecuencias en toda la industria audiovisual valenciana, en los que intervienen políticos y entidades cívicas vetadas en muchas ocasiones por la cadena pública, unas redes encendidas y una permanente “mosca” en las pantallas: #RTVVNoEsTanca.


Perdón a las víctimas
Una de las piezas más impactantes en la audiencia de Canal 9 y más polémica fue la que denunciaba el “silencio mediático forzoso impuesto por el Partido Popular” y pedía perdón a las víctimas del mayor accidente de metro de la historia de España, ocurrido en la línea 1 de metro de Valencia el 3 de julio de 2006, que causó 43 víctimas mortales y 47 heridas.



Los medios de comunicación y las redes sociales reabren el debate sobre el tratamiento informativo y la censura de Canal Nou en casos como este grave accidente de metro, que coincidió con el profuso despliegue mediático e institucional con motivo de la visita del Papa a Valencia en 2006.





Este mismo año, el programa de la Sexta TV Salvados destapaba para todo el país la denuncia exhaustiva que hace el documental 0 responsables del tratamiento judicial de todo el caso, profundizando en la censura mediática de Canal Nou en el capítulo “La estrategia del silencio” relatada por Frederic Ferri, el mismo profesional que el 5 de noviembre se asoma a las pantallas de Canal 9 para anunciar el cierre de RTVV, un periodista que igualmente se ha mostrado muy crítico con la gestión del ente ante las cámaras de otras televisiones privadas.




Las redes sociales vuelven a encenderse, como ya lo hicieran tras la emisión de Salvados, que provocó una repulsa colectiva, concentraciones de apoyo a las víctimas del accidente del metro y que la Fiscalía solicitara la reapertura del caso.

3. Reacciones y consecuencias

Como “traca final”, la sociedad valenciana sale a la calle en defensa de “una Radio Televisió Valenciana pública, en valencià i de qualitat”. Con un lema: RTVV no es tanca. És la teua. Pero también se escuchan gritos de “Fabra, dimissió!”.



La manifestación, multitudinaria, festiva y reivindicativa, se celebra el sábado 9 de noviembre, en las tres ciudades (Valencia, Castelló, Alacant), tras cuatro jornadas en las que los valencianos y valencianas salen a “mascletà” diaria: un ERE nulo, el anuncio de cierre de RTVV, la dimisión del equipo directivo de RTVV por "falta de confianza en el Consell" tras "haber faltado a la verdad", la rebelión de los trabajadores de la cadena, que logra triplicar la audiencia con una programación independiente y sin censura, y como mecha que prende veloz en las redes sociales, el anuncio final de que el Gobierno de Fabra dará el apagón a la tele pública a golpe de decreto ley de urgencia, “para controlar RTVV” y no prolongar la agonía de una televisión que por momentos deja a Fabra y al Consell cual conde desnudo.


La manifestación abre portadas de los medios. En Euronews también se hacen eco. Le siguen editoriales, viñetas humorísticas, opiniones en todos los periódicos de tirada nacional.




La protesta no se puede seguir en la web de RTVV, pero Canal Nou hace una gran cobertura en directo de toda la protesta en las tres ciudades:


La mosca #RTVVnoestanca se mantiene pero tras el nombramiento de la nueva directiva desaparece de la pantalla. Las redes protestan, se crea la cuenta @RTVVnoestanca, que sigue activa destapando datos de la trama corrupta, pero la cuenta de Twitter de Nou RTVV vuelve a la “normalidad” tras cubrir incesantemente los días de tormenta:







El proceso sigue adelante. Las secciones sindicales de RTVV siguen luchando por resolver este conflicto abierto desde hace al menos dos años de una manera “menos grave” para los trabajadores, para el ente público y para en definitiva, toda la sociedad valenciana. Pero el Gobierno valenciano habló de un cierre innegociable y los antecedentes en la gestión de Radio Televisión Valenciana ponen en entredicho los mecanismos democráticos que, de haberlos, no han conseguido evitar tal uso de un servicio público.