Sé que llevo dos meses sin actualizar este blog. El motivo: poco tiempo para plasmar aquí las ideas que me han venido a la cabeza durante estas semanas de inmersión comunicativa en el microcosmos lojeño. Me he dedicado más a microbloggear en twitter, que es más fácil en situaciones de estrés. La semana que viene vuelvo a mi ciudad fetiche, que es Almuñécar. Por tercer año consecutivo la Diputación de Granada me confía el gabinete de comunicación de la Escuela de Bienestar.
Como siempre, lo acepto con entusiasmo y más cuando se trata de debatir sobre las nuevas tecnologías aplicadas al desarrollo de la Ley de Dependencia. Me parece un importantísimo paso adelante en aquello que llamamos "estado del bienestar", en el que todos y TODAS tenemos los mismos derechos a la hora de disfrutar de nuestra vida -llámese, políticamente correcto, "calidad de vida"-. Es decir, que en España tengamos las mismas opciones que en Suecia, en Noruega o en Finlandia tienen sus ciudadanos por obra y gracia de un Estado que invierte en en bienestar de sus compatriotas. Porque como decía Vicenç Navarro en la Escuela 2006, "España está subdesarrollada socialmente".
Tengo la convicción -y no tiene nada que ver con mi relación laboral con este asunto- de que la Diputación de Granada está haciendo grandes esfuerzos por mejorar estas estadísticas catastróficas que daba Navarro como ponente invitado a esta Escuela. Y es una de las instituciones a nivel estatal que más está contribuyendo al pleno desarrollo de la Ley de Dependencia, una norma esencial para que España sea otra cosa. Porque aún nos queda mucho, mal que nos pese a todos.
Ya he dicho en alguna ocasión -en algún Enredados, creo- que a mí me gustaría ser sueca. O vivir en Suecia, vaya. Y no por ser rubia, alta y esbelta -que seguro algunO lo ha pensado-, sino por, además de tener wi-fi gratis en todas partes, tener dos años de cobertura social para criar a un hijo en casa y guarderías gratuitas, y atención por parte de mis gobernantes cuando cumpla los 60 y me jubile. No para quedarme en casa, sino para seguir twitteando, blogueando y moviéndome por el mundo, pueda o no por mí misma.
En fin, seguro que la Escuela de Almuñécar, una vez más, me aporta mucho más conocimiento sobre todo esto y mucho más. De la mano de Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales, que nos podrá contar cómo ha cambiado todo desde que ella ocupó su sillón en las Cortes, o de Juan Francisco Delgado, que ahora desde el Consorcio Fernando de los Ríos nos ilustrará como él bien lo hace los avances tecnológicos aplicados a la atención a personas dependientes y sus cuidadores.
Esperemos que los medios de comunicación -también a los digitales, a los que este año nos dirigiremos especialmente- también muestren interés por todo este debate de fondo sobre la evolución social de los pueblos, de las ciudades, de países como España en general.
Será un placer atenderos, a todos. Intentaremos manteneros informados de todo lo que en esta Escuela se diga y que sea relevante -y nuevo- en este sentido. Lo haremos también desde el mismo blog que abrimos en 2007: http://escueladebienestar.blogspot.com/
Nuestra intención es enviar también audios de las declaraciones de los ponentes, tanto a las emisoras como a los podcasters y a los medios digitales que quieran incorporarlos. A ellos, también les ofrecemos la opción de publicar vídeos. Y por supuesto, nuestras imprescindibles notas de prensa.
Y ahora, a preparar el portátil, el mp3, el pendrive, la cámara, el móvil y... la maleta.