En la fiesta participa también el Cascaborras que, ataviado con refajo y cintas de colores, la cara pintada y "armado" con una vara, representa el demonio.
Le acompañan el Paje, que simboliza la inocencia de la fiesta, la Soldadesca, que representa la rectitud ante las tentaciones y, finalmente, los Moros y Cristianos, que escenifican las luchas acaecidas en Orce durante la Reconquista y que, por su antigüedad, los convierten en pioneros de las tradicionales fiestas que se celebran en todo el país.
Ayer, "día de la Zorra", la comitiva retornó a San Antón a su ermita y desfiló para el "cambio de insignia", en el que se va al encuentro de las personas que organizarán las fiestas al año siguiente, tras lo cual la nueva comitiva salió a las calles a toque del tambor que anuncia los "Vítores".
Todo el pueblo de Orce se disfraza para participar en la fiesta: los Danzantes, el Cascaborras, el Paje, la Soldadesca y los Moros y Cristianos.
Hoy, a las cuatro de la tarde, comienza la bajada a por San Sebastián, en la que las tropas cristianas se unen a los personajes habituales -soldados, danzantes, Cascaborras y tropas moras-.
En la ermita actúan de nuevo el abanderado y los danzantes y, de regreso a la iglesia, portando al Santo, la comitiva es asaltada por las tropas moras, que tras la lucha se hacen con el control, le dan la vuelta al santo, y continúa la marcha.
Poco antes de la llegada, los cristianos inician una revuelta que acaba con la entrega de los moros, a los que se les ofrece integrarse, momento en el que al ritual del abanderado y los danzantes se agregan las tropas moras.
La fiesta concluye con una liturgia en honor a San Sebastián, el día 20, y la bajada del santo a su ermita, donde esperará hasta el próximo año. EFE
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