18/12/05

El barbero inglés

Los antiguos barberos cierran su negocio mientras que Carl arrasa con su nueva barbería

Carl se ofrece como barbero tradicional en un local con playstation en el casco histórico
Quién le iba a decir a la barroca Iglesia de los Dolores de Baza que un buen día del siglo XXI iba a alegrarle la vista un joven anglosajón con vocación de barbero que ha decidido ser el primer inglés innovador en Baza y no montar una inmobiliaria de las muchas que regentan sus paisanos, sino una “barbería tradicional” en pleno centro histórico bastetano.

Justo enfrente del que fuera hace dos siglos Oratorio de San Felipe Neri y palacio episcopal, da la impresión de que las ruinosas columnas salomónicas del templo de los Dolores van a desfallecer definitivamente ante tanto cosmpolitismo.

Pero a Carl Mitchell le ha parecido buena idea la de darle un poco de vidilla a la castiza calle de los Dolores. Entre rancias alpargaterías y tiendas de moda al uso, este joven simpático plantó el cartel de “Carl: English Barber” en un local de apenas 50 metros cuadrados y, desde entonces, no le falta clientela.

Carl es el primer inglés residente en Baza que no monta una inmobiliaria como negocio bollante. Su vocación de barbero le ha llevado a abrir su “Barbería tradicional”

La Iglesia de los Dolores es la postal que ofrece esta barbería a un lado del sillón. Al otro, una playstation para disfrute de la clientela.

La barbería no tiene nada de tradicional salvo el típico mollejón multicolor que Carl ha colocado sabiamente en el escaparate y que los abuelos del barrio identifican vagamente con las antiguas boticas y allí que entran, decididos.

Carl tiene 36 años estupendamente llevados y dice que es barbero de vocación. Reside en Baza desde hace tan sólo 18 meses, pero asegura que aquí se quedará porque se siente acogido por los locales, incluso dice que ha podido aprender el castellano en poco tiempo, cosa que no pudo hacer en Albox -de donde arriban la mayoría de anglosajones que viven en Baza-.

Carl dice que este pueblo almeriense “está lleno de ingleses que no hacen el esfuerzo de hablar castellano porque sólo se relacionan entre ellos”. Su castellano es bueno, aunque reconoce que también ha practicado “viendo películas de DVD en versión española”.

Nuestro barbero incluso se ha comprado una casa en la carretera de Benamaurel. Así que después de dos años pateándose España y seis meses en tierras indálicas, Carl ha encontrado en Baza su sitio.

Carl dice que es caro abrir un negocio en Baza. El alquiler le sale por 550 euros al mes, pagó 180 euros por apertura de negocio y otros 350 euros para el certificado del arquitecto. “ En Inglaterra es más fácil empezar un negocio”, afirma.

Mientras espera clientela, observa sentado desde el sillón de barbero las columnas corintias que flanquean el camarín rococó de los Dolores.

Y si prefiere otras formas de ocio, sólo tiene que girar su butacón para avanzar tres siglos y toparse con su playstation, que ha montado en el mismo local “para entretener a los niños”. Así de moderna es la Barbería de Carl. La clientela está encantada con este barbero foráneo y avispado. El típico sillón de barbero y lo diáfano del local ha gustado mucho a los lugareños, que lo ven como “la barbería de toda la vida”.

Carl atiende a una anciano que entra para recortarse su pelo cano, y ve casi normal el acento inglés con le pregunta el que su nuevo barbero “¿Qué tal el día, abuelo?”. “Pues hace ya más calor, verdad?” -contesta el abuelo, que coge el hilo de la conversación y le cuenta a Carl: “Es que mi barbero de toda la vida ha cerrado el negocio, ya se sabe, la edad y que la gente prefiere otras cosas, no sé...”.

Casi no se da cuenta de que su antiguo barbero tenía que haber pensado antes eso de “renovarse o morir”. Claro, que Carl está encantado y prosigue la charla con su nuevo cliente. Pero no deja de ser curioso que el antiguo barbero haya cerrado su barbería de toda la vida pero que la “originalidad” de Carl radique en volver ofrecer lo más tradicional.