El Parlamento Europeo y el Consejo decidió conjuntamente declarar 2010 Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. A propuesta de la European Anti Poverty Network, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó esta decisión el 7 de noviembre de 2008 con unos claros y ambiciosos objetivos para cumplir a partir de 2010. Pasados los cuatro primeros meses de este Año, estamos haciendo un repaso de esos compromisos, unos iniciados y otros todavía bastante alejados de su cumplimiento.
Las consideraciones previas de esta Decisión son, entre otras, las siguientes:
-En 2000, el Consejo Europeo reconoce que el nivel de pobreza y exclusión social en la UE era INACEPTABLE. Reunido en Lisboa, se plantea lograr en 10 años un objetivo estratégico: crecimiento económico, más puestos de trabajo y de mayor calidad y más cohesión social. Pide a todos los estados miembro "medidas que tuvieran un impacto decisivo en la erradicación de la pobreza", a más tardar en 2010. Se adopta como herramienta de trabajo el "Método Abierto de Coordinación" (MAC) entre los estados miembros, básicamente para facilitar el aprendizaje mutuo y sensibilizar a nivel más "local" sobre el carácter "pluridimensional" de la pobreza y la exclusión.
-Una década después, se constata el fracaso de este objetivo, avalado por unos datos desafortunados: 78 millones de personas en la Unión viven bajo el riesgo de caer en la pobreza, 19 millones de ellos, población infantil, y un dos por ciento más de mujeres que de hombres bajo este umbral. Se ve con preocupación, asimismo, las desigualdades de renta y la pobreza extrema.
-La exclusión social perjudica al bienestar de sus ciudadanos, les dificulta su capacidad de expresarse y de participar en la sociedad.
-La cohesión social y la erradicación de la pobreza y la exclusión deben convertirse en prioridad política de la Unión.
-La lucha contra la pobreza se ha de abordar también a nivel exterior, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.
-El problema de la pobreza y la exclusión social adopta formas amplias, complejas y pluridimensionales: factores como los ingresos, condiciones de vida, oportunidades educativas y de trabajo dignos, protección social eficaz, vivienda, acceso a servicios sanitarios de buena calidad, ciudadanía activa...
-Varios estados de la UE señalan en sus planes de Inclusión el alto riesgo de pobreza de grupos como: niños, jóvenes que abandonan la escuela prematuramente, familias monoparentales, numerosas, familias con una única fuente de ingresos, mujeres jóvenes, personas mayores, inmigrantes, minorías étnicas, personas con discapacidad y sus cuidadores, personas sin hogar, desempleados, presos, mujeres y niños víctimas de violencia, personas drogodependientes.
-El empleo digno puede reducir notablemente el riesgo de pobreza de las personas. Pero la pobreza de las personas con empleo va unida a bajos salarios, diferencias de salario entre mujeres y hombres, escasa cualificación, pocas oportunidades de formación profesional, condiciones laborales precarias, condiciones difíciles de acceso a vivienda.
-La disponibilidad y capacidad de utilizar tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es un requisito previo para la inclusión que cobra cada vez más importancia.
-El apoyo popular y político es factor clave para el éxito de la lucha contra la pobreza. El Año Europeo debe actuar como catalizador para sensibilizar, centrar la atención política y movilizar a todas las personas afectadas por la pobreza y sus representantes.
-El Año Europeo debe impulsar políticas activas de inclusión como medio para prevenir la pobreza y la exclusión social.
