Con una intervención didáctica y concisa, el jefe de Servicio de Planificación y Evaluación del IMSERSO lanzó una serie de cuestiones clave de la Ley de Dependencia. "¿Para qué sirve esta ley?¿a quién protege?¿cuánto cuesta?¿qué consecuencias tendrá?". Como respuesta, puso sobre la mesa los cambios en la familia y en la sociedad española de los últimos años. Así, aseguró que "la dependencia en España tiene el pelo blanco y su peso ha recaído sobre la mujer". Con esto quiso recordar que la esperanza de vida en España, en un siglo, "se ha doblado hasta alcanzar los 16 millones de personas mayores", sin olvidarse del papel de la mujer, "que representa el 83 por ciento de las cuidadoras dependientes".
En el ecuador de la Escuela de Bienestar de la Diputación de Granada, el Jefe de Servicio de la Dirección General de Planificación y Evaluación del IMSERSO, Luis Gil Romero sostuvo que las familias "son las que han pagado el pato de la dependencia en España", para reconocer a continuación que la familia "ya no es lo que era", enumerando algunas causas de este "cambio profundo en nuestra sociedad" como la movilidad geográfica, la democratización de las relaciones familiares o la permanencia de los hijos en casa. "Esto hace hoy inviable un modelo que ha estado funcionando hasta hace bien poco", concluyó.
Un modelo tan difícilmente sostenible y la creciente demanda de servicios y prestaciones "es lo que ha dado una dimensión social a la dependencia, que no es una necesidad nueva". Gil Romero aseguró que esto es lo que ha obligado a los poderes públicos a dar una respuesta.
En cuanto al coste de la aplicación de la ley, afirmó que "el esfuerzo en España es importante pero Europa todavía está muy por delante". Para ilustrar esta idea, aportó datos sobre el gasto social: "En España, es del 20 por ciento, pero en Suecia llegan al 31 por ciento y la media europea es del 28 por ciento". En gasto de protección social también Europa nos supera en cifras: frente al 0,42 por ciento que dedica España, Italia alcanza el 0,70 por ciento y los países nórdicos un 3,20 por ciento.
La dependencia, cara pero asumible
Con todo, Gil Romero aseguró que el coste de la protección de situaciones de dependencia "representa entre el 1 y el 1,2 por ciento del PIB, por lo que consideró que es "elevado pero no tanto como para que vayan a saltar las arcas del Estado".
Gil Romero recordó que con esta ley se crearán 300.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Además, supondrá la consolidación del cuarto pilar del Estado del Bienestar, conformado por los Servicios Sociales, la sanidad, la educación y las prestaciones sociales. "Y será -recalcó- el último pilar del estado del bienestar, porque el de la vivienda ya se ha visto que no lo ha sido".
Sobre la ley de Dependencia, recordó que es una ley "que iguala a todos los ciudadanos" y que protege a 1,2 millones de personas en España. "Cubre la dependencia importante dentro del mundo de la atención social", detalló.
Sobre el copago, el representante del IMSERSO especificó que "los beneficiarios participarán en este sistema en función de su situación económica y del coste del servicio, porque hay que señalar que la teleasistencia no es tan cara como lo pueda ser una residencia".
Matilde Fernández
Bajo el lema "Sociedad del conocimiento, nuevas tecnologías y atención a la dependencia", en esta edición la Escuela de Verano de Bienestar debate sobre los nuevos sistemas de promoción de la autonomía personal y de protección a las personas en situación de dependencia y sus familias.
La senadora y ex ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, participará el 20 de junio en la Escuela de Bienestar como ponente de la Conferencia sobre el ejercicio de la ciudadanía en las personas con dependencia.