6/1/14

#DespuésdeTánger: Ciclo #CineMarroquí y Derechos Humanos

Nuestros lugares prohibidos, film de Leila Kilani
"Criticado por ser inadaptado a la sensibilidad del espectador, el cine marroquí cobra confianza, gracias a la aparición de una nueva mirada sobre la realidad y la profesión. La mayoría de los cineastas son jóvenes que se identifican con la liberación de la consciencia de los paradigmas culturales patriarcales, Se ejerce en la selección de los temas y en su tratamiento cinematográfico. Es una estética marcada por un realismo “brutal”, que consigue hacer de lo “feo común”, un objeto de reflexión artística. Elevar lo feo a rango de estética es un paso más para alcanzar la independencia de la creatividad artística."

"Es el caso de todas las películas programadas en "Después de Tánger: una mirada ética sobre el movimiento". Realzar las disfunciones sociales o morales, hablar de ellas, es una manera de vernos y reconocernos en nuestra complejidad humana. Sexo, violencia, delincuencia, prostitución, violencia política, pedofilia, avatares de la transición, marginalidad, infancia secuestrada, tradición opresiva, modernidad satanizada, lenguaje grosero, homosexualidad, maltrato, frustración, libertad de expresión, amor, desamor, la lengua y sus usos y abusos, derechos humanos, las películas de este decenio han explorado y reventado todos los tabúes, rompiendo relativamente el terrible muro, símbolo del hieratismo de antaño, que hacía de la vida privada y de la vida pública dos espacios profundamente paralelos."

Fotograma de Nuestros lugares prohibidos, de Leila Kilani
"Estas películas, por su calidad cinematográfica, tratan todo y sin miedo de contar. Estéticamente, se dirigen a todos los marroquíes, enseñándoles facetas de la vida, que nadie podía imaginar que serían una fuente de inspiración artística, ni nadie sabía que esos temas nos catapultan como sociedad a las paradojas de la universalidad. El cine, con estos autores, ha penetrado en los hogares, en la prensa, en internet, en el parlamento, en las mezquitas y en la vida diaria de los ciudadanos. Su contrapunto ético, que coincide con el inicio de la transición política a finales de los años noventa, reside en su análisis descarnadamente realista, que recoge el espíritu del realismo literario del Pan desnudo de Mohamed Choukri y ecos de Pedro Almodóvar. Se trata de una estética que convierte las asimetrías sociales, culturales, políticas,… en tema de reflexión ética y en una reivindicación de los derechos humanos."

El Arbi El Harti, director del ciclo de Cine Marroquí "Después de Tánger: Una mirada ética sobre el movimiento".

El ciclo se celebra en Madrid del 9 al 15 de enero, con debates y proyecciones en la Sala Berlanga.

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